
Al otro día se fue a Taxco y, aunque partía el domingo, insistía en que iba a conocer Xochimilco, el Museo Nacional de Antropología e Historia, la casa de Frida Kahlo y la de León Trotsky. La convencí de que se podía ahorrar el paseo en trajineras y Pedacito se ofreció a acompañarla a lo de los museos el domingo. Después nos veríamos para comer y la acompañaría al aeropuerto.
A las seis de la tarde del domingo sonó mi teléfono:
- Ché, vení a tomarte un café ahorita conmigo.
- I, no puedo ahora, tengo que ir a recoger los papeles de unos chicos que van a trabajar conmigo y no me va a dar tiempo de ir, además, quedaste de hablar para ver si mi mujer te acompañaba al museo y su madre y su pareja te estuvieron buscando para saludarte
- Ché, yo no vine a ver a tu novia o a tu familia. Te vine a ver a ti. Debo decirte que estoy muy decepcionada como amiga.
- I, no me puedes decir eso -repliqué-. Estuve esperando a que me llamaras y decidiste aparecerte hasta ahora. Además tuve que cancelar las citas de trabajo que me pediste que te organizara para quedarte en México y, por si fuera poco, estuviste siete días cazando a Luis Miguel. ¿¡De qué me estás hablando!?
-Está bien, si quieres... (piit piit piit).
Ayer recibí un mail donde me dice que puedo buscar el regalo que me trajo con una amiga suya que vive en México.
BREVIARIO LABORAL
Pues ya se armó. Hoy instalaron los escritorios de la redacción. Y me pagaron todo el mes. En fin, que el nuevo periódico viene y viene en serio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario