miércoles, 25 de julio de 2007

Patadón

"Esta panza es demasiado pequeña para los dos", me dice Pamela por el chat.
Y no me queda más que admitir que es cierto. Este Matías ha decidido poner a prueba a su madre por más que le he insistido en que debe cuidarla porque después la va a necesitar.
Cuando pienso en la primera vez que vi a mi hijo, cuando él era un pequeño fetito indecente y apenas percpetible, y lo comparo con el pedazote de chamaco en el que se ha convertido, me dan escalofríos.
Sí, lo sé. Aún está en la panza de su madre, pero no deja de ser un pedazote de carne.
Hasta ahora, el saldo que ha dejado Mati en nuestra vida es avasallador: cambio de casa, de trabajo, una tonelada y media de ropita que va usar una vez, nuevos muebles, menos deudas, muchas visitas al doctor, nuevo vocabulario, dolores (a mi ¡cómo me ha dolido la espalda!) y un enorme costal de alegrías.
Falta un mes, mas o menos, para conocerlo y ya es parte integral de nuestras vidas. Le hablo y me patea. Lo acaricio y me patea. Su mamá come y la patea. Hemos, pues, establecido una relación basada en puras patadas.
Pues ya falta menos y de veras espero que tenga la precaución de permitir que Pamela llegue completa al parto, si no se va a meter en muchos problemas.

domingo, 22 de julio de 2007

Amistad


Cuando pienso en mi viaje a Cannes, inevitablemente me acuerdo de los meseros pasados de lanza y de las mujeres hermosas que paseaban sus millones en ropa por La Croisette.
Pero un recuerdo recurrente me lo trae el buen Antoine Doyen, un excelente fotógrafo con quien compartí habitación, comidas, cenas, desvelos, tristezas y enojos.
Me hice pues, de un buen amigo en Francia. Un gran amigo.
Aquí una muestra de su arte:

domingo, 15 de julio de 2007

Cariños

El amor se demuestra siempre de maneras muy extrañas. Hoy sábado, mis otros cariños me arroparon de una manera que no se puede explicar en palabras.
Gracias Lili.
Gracias a todos: Charlie, Roy, Pablo, Caro, Mauricio y Keroppi.
Gracias.
Los amamos los tres.
Y otra vez: gracias Lili.