miércoles, 24 de septiembre de 2008

Inocencia


La pantalla se iluminaba igual en blanco y negro que en un technicolor un tanto europeo. Sombreros, botitas, chalecos, guitarras y luces difuminadas se confunden aun hoy en su memoria con una extraña visita a la casa de Elvis Presley , Graceland y un concierto en la azotea de alguna avenida de Estados Unidos.
Un niño de 10 años acude a un ritual de iniciación. Ese 4 de marzo, viernes, de 1988 lo marcó para siempre. Fue el día que comenzó a perder su inocencia. Su tío lo llevaba de la mano a que se cuarteara con los acordes de un grupo irlandés que terminaría por generarle una adicción, banal como toda adicción, a ese pequeño cumpleañero.
U2 lo acompañó después, toda su vida, en cada momento, en cada año importante de su vida. Siempre, siempre U2. Rattle & Hum en las pantallas del Pedregal 70 fue, únicamente, un espectáculo telonero que precedió al ZOO TV Tour de 1992, en el Palacio de los Deportes y el POP MART Tour de 1997, en el Foro Sol.
Y lo introdujo en un mundo del que ya nunca pudo escapar: Pink Floyd, Fleetwood Mac, Cat Stevens, Bob Marley, Simon & Garfunkel, Supertramp fueron el primer escalón a las guitarras eléctricas, las baquetas, las uñas, los Aqueos, Metallica, Satriani, Smashing Pumpkins, Pearl Jam, Soundgarden y su Agujero negro, el Plush de los Stone Temple Pilots y la melodiosa lírica de Queensryche.
Y no paró ahí: Peter Gabriel, Genesis, Roxy Music, David Bowie, los 10,000 Maniacs y su maravillosa Natalie Merchant siguieron armonizando el llanto de ese pequeño con su corazón y las arrugas y la panza y la calva que le crecieron.
Han pasado 21 años desde entonces y U2 y todos los demás siguen ahí, más cerca que nunca gracias a YouTube.
Y le recuerdan a lo que queda de inocencia en ese chico que lo verdaderamente importante nunca ocurre fuera del corazón y siempre, siempre está bien musicalizado.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Este 11, no se olvida

Notimex
Santiago Jueves 11 de septiembre de 2008
13:38 La mandataria chilena Michelle Bachelet reinauguró hoy el salón del Palacio de La Moneda donde el presidente Salvador Allende murió hace 35 años exactos, cuando se perpetraba un golpe de Estado en su contra y el recinto de gobierno ardía en llamas.

Bachelet, en compañía de Isabel y Carmen Paz Allende, hijas del presidente derrocado por el general Augusto Pinochet aquel 11 de septiembre de 1973, ingresaron emocionadas y sumidas en silencio a lo que fue el Salón Independencia en que el mandatario se quitó la vida.

Ellas, así como la nieta de Allende, Maya Fernández, observaron el sofá tapizado en felpa roja elegido por el gobernante para dispararse en el paladar un tiro de un fusil AK-47 que le había regalado un año antes el líder cubano Fidel Castro.

martes, 2 de septiembre de 2008

DUDA

¿Qué hice mal?