miércoles, 27 de agosto de 2008

Uva pasa

Pasan los años y uno va perdiendo la pasión. No es como que le pase a todos. Pero yo sí que la he ido perdiendo. Las cosas que me enojan lo hacen cada vez menos. Aquello que me hace reir, aparece poco en mi vida. Pero no pareciera ser culpa del exterior, más bien, me veo perdiendo impulso.
Mi hotmail se ha convertido en un verdadero peligro, pero no me di cuenta hasta hoy que revisé algunos correos viejos. Sí, la nostalgia es cabrona. Correo y correos de la banda poniéndose de acuerdo para una cena de fin de año. Pequeñas conversaciones con una amiga, una entrañable amiga que husmea desde la ventana de su oficina a la Torre Eiffel, la felicidad que transpiraba mi anuncio, cuando nació Matías. Nada, de eso no pareciera quedar nada.
Un amigo dice que tengo corazón de uva pasa. No sé si sea cierto, pero empiezo a sentir cómo se encoge... se arruga.