sábado, 27 de junio de 2009

Respuesta "a Dios" (o 23 razones para anular el voto)

1. Los votos construirán gobiernos estatales, ayuntamientos, congresos locales, jefaturas delegaciones, asamblea legislativa y Cámara de Diputados. (Con una deslegitimación sin precedentes)

2. Los votos cuentan. (¿Y de qué sirve, si no hay opciones?)

3. Cuentan desde hace muy poco. (OK, buen punto)

4. Existen diferentes opciones. (Esto no es cierto, son los políticos de siempre, con diferentes membretes)

5. Es una falacia que todos sean lo mismo. (Es una falacia que sean diferentes)

6. Resulta una elaboración intelectual insostenible que los políticos y los partidos no puedan diferenciarse. (Resulta un insulto a la inteligencia que los políticos no se hayan dado cuenta de eso)

7. La derivación política de esa construcción intelectual recuerda a los discursos antipolíticos elementales y reduccionistas: una "clase política cerrada, amafiada, incapaz" contra un pueblo "noble, incorruptible, virtuoso". (Esa es una derivación política, pero no la única: otra es: una "clase política cerrada, amafiada, incapaz" encerrada en un círculo vicioso que la aleja cada día más de su pueblo –a secas-. Porque la otra es: “cada pueblo tiene la democracia que se merece”, y no parece que esa reduccionista posición se aplique a México)

8. La abstención no cuenta. (El voto en blanco lucha contra la abstención)

9. La abstención también puede ser leída como consenso pasivo. (Ídem)

10. La abstención se alimenta de muy diferentes humores públicos: la resignación y la distancia, la crítica, la inercia y el desprecio a la política en bloque. (El voto en blanco busca mandarle un mensaje a los partidos políticos, todos los que defendemos anular el voto, lo hemos dicho: queremos participar, pero necesitan cambiar ciertas reglas)

11. El voto nulo -no la abstención- tendrá también diferentes nutrientes: los errores, las gracejadas (votar por El Hombre Araña, por ejemplo) y la crítica indiferenciada al mundo de la política y los partidos. (¿Y qué? La democracia no es un templo sagrado, sino un procedimiento de selección de gobernantes perfectible, si hay humor, no pasa nada)

12. El voto nulo en sí mismo no expresará más que hartazgo, desencanto, malestar. (Pues ya es bastante, ¿no?)

13. Cada uno de los que está llamando al voto nulo al enunciar sus razones entra en contradicción con otros que también dejarán su voto en blanco. Ejemplos: los que llaman a anular el voto porque están en desacuerdo con la reforma de 2007 contra los que no quieren que los tiempos de radio y televisión vuelvan a ser comercializados; los que desean la posibilidad de reelección inmediata de los legisladores contra los que se expresan contra "la partidocracia"; los que demandan acabar con los diputados plurinominales y los que quieren que las minorías tengan representación. Votarán en blanco los que añoran el viejo verticalismo y los que ambicionan más y mejor democracia. (De acuerdo, ojala que haya algún encuestador que se atreva a medir cuál de los dos grupos es mayoría)

14. Los padres y madres del voto nulo tienen solo en común eso: malestar. (Ajá, ¿y? Los padres y madres de la Revolución Francesa tenían eso mismo en común y ya ven en donde estamos)

15. Votar es la punta de un iceberg civilizatorio que supone la existencia de corrientes político-ideológicas organizadas (partidos), que expresan la diversidad existente en la sociedad, que han encontrado un método participativo y pacífico para nombrar gobiernos y órganos legislativos, lo cual coadyuva a la coexistencia de la pluralidad. (Pasa que hay una pluralidad excluida de ese iceberg por un grupo “de corrientes político-ideológicas organizadas (partidos)”, que desvirtuaron un sistema político a su favor y lo alejaron de los intereses de sus gobernados)

16. El mundo de la representación plural lo forjó la gente votando. En 20 años, a través del voto, el universo institucional cambió de manera radical. De un espacio ocupado (prácticamente) por una sola fuerza a un espacio habitado por la diversidad. (Datos: 1988, todos los gobernadores, todos los senadores y el 82 por ciento de los diputados eran del PRI; hoy tenemos gobernadores de tres partidos y en el Senado y la Cámara de Diputados ninguno tiene mayoría absoluta de escaños. Y eso lo realizaron los ciudadanos votando). (Ajá, pero un análisis más profundo demostrará que un alto porcentaje de los gobernantes de esos tres partidos, mantienen políticas públicas y relaciones clientelares similares a las de aquel PRI, por lo tanto, ese voto ha sido desvirtuado)

17. El voto ha sido un instrumento inmejorable para ampliar el ejercicio de las libertades. (Nadie está en contra del voto)

18. Si algunos de los que llaman a anular el voto quieren participar en el espacio de la representación política tendrán, más temprano que tarde, que organizar su propia opción, y en ese momento aparecerá un nuevo partido (Ni modo, son inescapables). (Ajá, inescapables. Pero estos partidos actuales, tienen la llave de la caja que reparte unas prerrogativas muy jugosas, que no quieren compartir. Eso es lo que hay que cambiar.)

19. El voto nulo tiene además un tufo de desprecio hacia una institución central de la República: la Cámara de Diputados. Porque me pregunto: ¿cuántos de los que llaman a anular el voto lo harían si lo que estuviera en juego fuera la Presidencia de la República? (Ya lo veremos en 2012. Esta realidad es esta, ninguna otra. Las proyecciones las podríamos dejar para otro estudio)

20. Hay que crearles un contexto de exigencia a políticos, partidos, congresos y gobiernos. Pero no es abandonando la plaza y dejando que otros decidan la mejor opción. (Nadie la está abandonando: hay que ir a votar)

21. Los preocupados por la vida política del país están obligados a generar diagnósticos y propuestas de reformas, fórmulas de organización, agendas que graviten sobre la toma de decisiones, mecanismos de rendición de cuentas, en una palabra, una trama civil que eleve la presencia de las organizaciones y las propuestas que emergen desde la sociedad. Y ello no está ligado, necesariamente, al voto nulo.(Pero tampoco está, necesariamente, desligado.)

22. Los propios partidos, por necesidad o por virtud, han incorporado a sus listas a ciudadanos no afiliados a ellos (ejemplos: Guadalupe Loaeza -PRD-, Gastón Luken -PAN-, Alejandro Gertz Manero -Convergencia- Jaime Cárdenas -PT-, Miguel Galván -PSD-). (Y también tienen a Pancho Cachondo, La Chiva, Carlos Hermosillo y Ana Gabriela Guevara o a “Juanito”. El punto no es si usan o no a los ciudadanos. El punto es que yo ciudadano no puedo ser candidato a nada si no me lanza un partido que no me convence.)

23. Porque "todo lo que es también puede no ser" (Milán Kundera, Un encuentro, Tusquets, México, 2009, P. 100). Y espero que un día no nos encontremos sin partidos, elecciones, Congreso plural, división de poderes y súmele usted. (Todos esperamos lo mismo, por eso: todos a votar el 5 de julio)

Ahora bien, quiere usted abstenerse o anular su voto, hágalo. Está en su derecho. Piense, sin embargo, en los que ya asumen su representación. (Hasta ahora, me espanta más que José Guadarrama, Manlio Fabio Beltrones, Agustín Guerrero, Martí Batres, Felipe Calderón, Ana Gabriela Guevara, Juanito, Clara Brugada, Jesús Ortega, Jorge Kawaghi, Jorge Emilio González o el hijo de Madrazo asuman mi representación. Prefiero arriesgarme)

Nota: Las anotaciones en negritas, son mías. El texto original es de José Woldenberg.