jueves, 19 de julio de 2007

¡Fraude!

Se armó una discusión interesante en la junta de información del periódico. A más de un año de distancia, los ánimos se volvieron a caldear al ritmo del "hubo fraude" que nuestra argentina de cabecera soltó a la mitad de la argumentación.
Los más nos pusimos frenéticos, unos con argumentos y otros con puro corazón, a destrozar la idea, con el miedo, a la simple palabra, de aquellos que en el '88 vimos como la Nación estuvo a un "¡A Palacio Nacional!" de convulsionarse.
Muchos aprovecharon para descalificar -si es que aún se puede hacerlo- a Andrés Manuel López Obrador. Otros, nostálgicos, se deshicieron en elogios a la "mesura y altura" con que se comportó Cuauhtémoc Cárdenas durante la crisis post electoral de aquel mítico año.
La mayoría, finalmente, coincidimos en que, de cualquier manera, la única opción para quienes nos decimos de izquierda, era votar por Patricia Mercado y nos confesamos patriciamercadistas del 2 de julio de 2006.
Eso sí, la mayoría de estos patriciamercadistas también estuvo de acuerdo en que "era la opción menos mala, en ese momento", con un dejo de tristeza y decepción.
¡Y cómo no! Si desde que Patricia Mercado pasó a segundo plano y las "fuerzas vivas" de Alternativa asumieron sus nuevos cargos, no han hecho otra cosa que dilapidar el 2% de capital político que su candidata a la Presidencia les dejó en las urnas de hace un año.
Tratar de detallar los desaciertos de ese partido -uno más entre los integrantes de nuestro triste sistema político- sería largo, tedioso y aburrido, sobre todo porque tienen tanta tela de donde cortar que nomás no hay por donde empezar.
Pero la perla de la corona es -más allá de la discusión que se traen los supuestos puristas y los supuestos pragmáticos de ese insitituto político por la bochornosa alianza electoral con el PRI (el del Góber precioso, Ulises Ruiz, Fidel Herrera y Carlos Hank), el Panal (de Elba Esther Gordillo y Jorge Kawaghi) y el PVEM (de la familia González Torres) en Vercaruz-, sin lugar a dudas, la fracción de legisladores en la Cámara de Diputados.
De los cuatro que llegaron, ya nomás nos quedan tres. De esos tres, uno lleva meses rogándole al Panal que se lo lleve y las otras dos, no atinan, una, a abandonar el trabajo oenegero y tomarse en serio eso de que representan a los votantes de Alternativa, todos; y otra, a bajarse de la hoja de papel en la que se subió gracias a los dos minutos de fama que le consiguió la única propuesta conocida que hayan planteado allá, en las grandes ligas, donde no solo se los han comido, sino que los han hecho desaparecer del mapa.
Mientras las minitribus de Alternativa se gastan sus lugares comunes, presumen de su "amplia" cultura política y mandan sus "mejores plumas" a avivar el fuego de su propia desaparición, la percepción de los de acá afuera, los "no puros", los "no elegidos", los que somos tan solo "un voto menos"-como alguna vez me dijo una de sus brillantes mentes- es, cada vez más, que nuestro voto no sirvió para un carajo y que elegimos a los peores representantes que pudimos haber elegido para decirles: !basta! a los políticos tradicionales porque en el fondo son igual de arrogantes, pendencieros y ambiciosos que los demás.
Lástima. Lástima porque ya no tengo por quien votar en el 2009 y porque los mexicanos habremos gastado, una vez más, una fortuna durante tres años en un partido más que desaparece.

1 comentario:

Titotitocapotito dijo...

Gracias por lo de brillante mente. En efecto, un voto menos. Por qué no, un consejero más?