Pasaron 12 años desde la última entrada a este blog. El mundo cambió. Mi vida cambió.
Curiosamente, aquellos primeros protagonistas de el muy añejo Sinamigos siguen siendo protagonistas, hoy más que hace 12 años, de mi vida.
Releí las entradas que tenía por acá y no me reconozco en tantas. En otras, me entusiasma el joven que era. En algunas me doy bastante pena ajena.
¿Para qué mantuve vivo tantos años este y el otro blog? No lo sé. Solo sé que en el otro no hay casi nada digno de permanecer en la red. En este hay recuerdos, hay emociones. Hay un pequeño mapa de quién fui y el camino que me condujo a donde estoy. En el otro hay solo paja.
Como sea, este se queda y el otro vamos a analizar si lo matamos.
Y este quizás reviva.
Hace falta escribir.
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