viernes, 2 de mayo de 2008

Amistad

En 2002, el año en que hice añicos mi vida anterior, decidí construirme una en la que el daño colateral fuera un recuerdo macabro de mi pasado. Desde entonces, lo único que me ha traido la vida son cariños, amores y más cariños.
Un nuevo amigo se me ha incrustado en la cabeza y el corazón a punta de buenas voluntades. Amable, me ha entregado pedacitos de su alma sin pedirme nada a cambio. Y en silencio, ha calado fuerte en la institución cuadrada y burocrática en la que se ha convertido mi corazón.
Bienvenido seas, amigo, con copia por triplicado.

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